Algunos platos exquisitos conforman la mesa durante los días de celebración de la Navidad. Se destacan: los dulces de cabello de ángel, de toronja y el dulce de lechosa que según se cuenta fue importado de México por las monjas Carmelitas que llegaron al país en 1732.
La hayaca, que es el plato más popular y de mayor elaboración, representativo de la navidad venezolana, es equivalente al tamal de Colombia y Ecuador y al pastel mexicano. Su procedencia precisa se desconoce, aunque varias versiones circulan en torno a sus orígenes, una de las cuales, atribuida a Adolfo Ernst, explica su genuina aparición en las tortas de maíz amasadas por los guaraníes, a las que llamaban “ayayuca”.
A estos platos que son parte esencial de la gastronomía navideña venezolana, se suman en la mesa navideña el jamón planchado adornado con piña, el pavo relleno de origen azteca, el panettone italiano y el pan de jamón. Este último manjar navideño, de tradición caraqueña desde 1910, fue inventado en la panadería de la Esquina de Solís, por los panaderos canarios Manuel, Gabriel y León González, abuelos y tíos de nuestros insignes escritores Aquiles y Aníbal Nazoa.
Otros manjares, como el turrón y los mazapanes españoles, la torta negra trinitaria y el roscón de reyes mexicano, llenan de aromas y sabores las mesas de los hogares en Venezuela y tienen una gran significación de carácter social en su elaboración al crear un ambiente de comunión familiar y festivo propio de la fecha. Así mismo, entre las bebidas de elaboración casera más populares se encuentran el ponche crema, la leche de burra, la mistela andina y el ponsigué oriental.
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| Fotografia de Alex Lanz |
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