2011/04/02

Signos en la piel, Onoto

Las mujeres y hombres, sin importar cultura, tiempo o condición, han elaborado objetos y creado las más diversas técnicas para ornar el cuerpo, ya sea para diferenciar socialmente, para comunicarse con seres superiores, para festejar acontecimientos o simplemente para cumplir con los cánones de belleza culturalmente establecidos.

En Venezuela, tenemos referencias de las diversas prácticas del uso del onoto, desde tiempos prehispánicos. De excavaciones arqueológicas realizadas en la Cuenca del Lago de Valencia, se han extraído restos óseos que evidencian alteraciones craneales por el uso de instrumentos específicamente destinados para tal fin.

Cronistas y viajeros también refieren la utilización del onoto en la piel de nuestros nativos que poblaban el territorio venezolano, en tiempos de conquista y colonización.

José Gumilla (XVIII), señala el uso cotidiano del onoto (achote) y aceite para la decoración corporal. Según este autor, la pasta de onoto era aplicada dos veces al día entre mujeres y niños. Los hombres eran untados por sus mujeres o hijas al llegar de las faenas ordinarias, luego de limpiarles el polvo y la pintura matutina. Sólo los días de fiesta “…va sobre la untura mucha variedad de dibujos de varios colores…”.

Asimismo, José Gumilla registra la práctica de untar a los visitantes, sin importar el número de los mismos, y observa la relación entre el uso de pinturas y la noción de desnudez.

El onoto es un arbusto originario de América. Fue utilizado por los aborígenes para pintarse el cuerpo, como repelente de insectos y para colorear el copal que masticaban. Tradicionalmente se le ha utilizado en la cocina venezolana para colorear las comidas. En la actualidad se le utiliza en la elaboración de alimentos para consumo humano y en la industria de cosméticos, cerámica y barnices.

Se usa también en la preparación de enlatados como salsas, pescados, margarinas, aceites y embutidos (chorizos, salchichones). En otros países es uno de los pocos colorantes permitidos en la elaboración de productos lácteos como queso, mantequilla y helados.

En Venezuela se produce una pequeña cantidad de onoto no definida en las estadísticas nacionales. Un buen árbol puede producir anualmente 6 kg de semilla seca.

El onoto (Bixa orellana L.) es un arbusto de porte mediano, de. La familia de las bixáceas. La raíz es pivotante y bien desarrollada. El tallo es, generalmente, delgado, mide de 3 a 6 m en promedio y tiene un diámetro de 20a 30 cm en su parte más ancha. Desprende un látex amarillo-rojizo.

Las hojas son alternas, sencillas, de borde liso y ápice acuminado, con un pecíolo de 4 a 6 cm de largo. Las flores tienen un color blanco en unas variedades y rosado en otras. Se agrupan en panículas terminales al final de las ramas. Son hermafroditas, con cinco pétalos y numerosos estambres.

Las semillas se encuentran dispuestas en el interior de las valvas cubiertas por un arilo de color anaranjado o rojo fuerte, de donde se extrae el colorante (bixina).

Propiedades del onoto, bija o achiote:

Las semillas de onoto son ricas en Vitamina C y aportan hierro y proteínas. Es un excelente repelente y protector, se debe a la capa cerosa de la semilla, se aplica directamente sobre la piel. Sus semillas machacadas o el aceite constituyen un excelente cicatrizante cutáneo como también des-inflamatorio frente a quemaduras leves, alivia los eczemas protege contra el herpes zóster. Su infusión es un antidiarreico, tónico, aplaca los dolores de hemorroides, digestivo, laxante suave, diurético, etc.

Kuai Nabaida, 2010 


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